LA ESCUELA QUE HAY QUE FUNDAR
Escuela significa lugar de descanso, originalmente. La escuela es un lugar para aprender a pensar y para aprender
a no pensar cuando pensar no es necesario. Es necesario aprender a actuar sin estar ocupado.
Educación significa ese aprender a no pensar ó aprender a actuar sin estar
ocupado.
Además en la escuela se enseña y se aprende al
mismo tiempo cierta información que es necesaria para la supervivencia del individuo, la familia
y la sociedad mundial y para la salud y la dignidad de todos
los seres humanos.
La información no viene sólo del conocimiento. En una escuela los
padres, los alumnos y los maestros se enseñan mutuamente a vivir en orden y ese orden incluye la puntualidad.
El que no puede vivir en orden sin ser premiado ni obligado a ello no puede participar
en una escuela. En el orden no están necesariamente incluidos
el premio y el castigo.
Una buena escuela ofrece enseñanza académica excelente y mucho tiempo
para el silencio a solas y en grupos, así como el silencio frente al mar, en el bosque, junto al río, tanto de día como
en la noche.
En una buena escuela no hay más de ocho o diez alumnos por cada maestro. La Percepción Unitaria es el ingreso a la conciencia del cuerpo que está en el espacio, en el cosmos y
nada particular puede permanecer acorralado en lo particular cuando comienza la Percepción Unitaria. En Percepción Unitaria todos somos uno.
El alumno que salga de la escuela entrará a un mundo en creciente degeneración, engaños,
sospechas, chismes, corrupción, vulgaridad y brutalidad y debe entenderlo así, sin conformarse ni confundirse con ese mundo.
Por eso, nada menos, el alumno debe dejar la escuela (graduarse) como un ser sin miedo
y sin tristeza, un ser sin conflicto alguno, físicamente regenerado, moralmente incorruptible por la ganancia y el éxito y
tan sensible que sea incapaz de conformarse a la brutalidad que lo va a rodear fuera de la escuela.
Por eso el intento de vivir en Percepción Unitaria debe ser constante, dentro y fuera de
la escuela. También es de radical importancia ver por qué no existe la paz profunda
de la Percepción Unitaria si es que no existe. Esto debe ser conversado en grupo
semanalmente en la escuela.
De una escuela así, emergerán seres humanos buenos y bellos, seres inteligentes y sin problemas,
libres y llenos de energía para concentrarla en la transformación individual y social que se necesita con extrema urgencia. Sin un ser humano en paz no puede haber una sociedad en paz. Y sin Percepción Unitaria no hay paz mental.
Para ver el orden, la inmensidad y la belleza del cosmos, aquel que ve tiene que estar
en paz y llevar una vida ordenada, inmensa y bella. También hay que ver que el
cosmos no fue creado por el pensamiento ni el conocimiento y ambos deben estar ausentes para ver bien el cosmos, la naturaleza
y la gente. El orden del cosmos no tiene causa y permanece. El orden que produce
el pensamiento está causado por el conocimiento y pronto termina en desorden. Los participantes de la escuela deben comprender
que el conflicto no cesa con el dinero acumulado ni con la fama ó el poder que tanto se buscan. Los fundadores y participantes de la escuela deben estar absolutamente
desinteresados en la corrupta valoración del prestigio, la ganancia y el poder. Ellos no están impacientes por fundar o participar,
ellos están apasionados.
Sólo si usted es uno de los pocos seres humanos que está sangrando con la tristeza de la
humanidad y ardiendo con esa pasión regenerativa, sin tristeza y sin miedo, entonces, sin impaciencia , usted puede comenzar
a catalizar a otros.
Con ellos y amistosamente se unirá usted en la fundación de la escuela que se necesita
para que en ella se regeneren totalmente el alumno, el maestro y la familia. Si usted está ardiendo de pasión y simplemente
viendo el mundo que hemos hecho, usted se transformará, usted apagará el televisor, fundará la escuela, usted encontrará los
maestros excelentes y apasionados y los alumnos vendrán solos con sus padres cuando vean que no tienen otra alternativa. Esto
ya ocurrió en Santa Fe (Argentina).
¿Esperará usted que sea otro el que comience la tarea tan urgentemente necesaria?
Una vez que haya encontrado usted a los maestros desinteresados y excelentes, convoque
usted a aquellos padres que no tengan severos problemas individuales o familiares, padres que todavía tengan niños sanos,
sin problemas físicos, intelectuales ni emocionales. Si hubiera sólo una familia
así completa y sana, con esa sola familia se comenzará.
Sólo así el árbol excelente de la escuela dará frutos excelentes (cultivando la salud,
la amistad, la paz, el orden, la austeridad voluntaria y la diligencia). Solo así todos los que participemos en la escuela
podremos ir más allá de la mediocridad y de los talentos personales y percibir la inefable inmensidad de la conciencia del
cosmos, que es nuestra conciencia.
RUBÉN FELDMAN GONZÁLEZ

EL MODELO EDUCATIVO DE LOS AZTECAS
La educación
en los Aztecas tenía como propósito fundamental, formar la personalidad del individuo, lo cual se expresaba en lengua náhuatl
como "in ixtli, in yollotl", "alcanzar el rostro y el corazón". Si bien les enseñaban un oficio, también les infundían el
amor por él. En toda actividad se les inculcaba un gran sentido de la familia y del grupo humano.
La característica
fundamental en la educación de los Aztecas fue que era activa e integral.
Los dos principios
fundamentales que guiaron la educación en los Aztecas, desde el hogar hasta la escuela eran: el del autocontrol por medio
de una serie de privaciones a que debía acostumbrarse el niño y el conocimiento de sí mismo y de lo que debe llegar a ser,
inculcado a base de repetidas exhortaciones paternas y de los maestros.
Una segunda
etapa en el proceso de educación se abría con la entrada del niño a los centros educativos. La educación especializada más
importante se llevaba a cabo en el Tepochcalli (si se quería ser guerrero) o en el Calmecac si iban a dedicarse a las ciencias.
Fundamentos:
Un aspecto fundamental
en la educación de los Aztecas era que todo el aprendizaje tenía una finalidad o razón de ser más trascendente que lo terrenal.
El aprendizaje emergía de las creencias de procurar su salvación, o enfrentar con tolerancia su vida cotidiana o que el futuro
no los sorprendiera con desgracias. El pensamiento Mágico-religioso estaba presente en todas sus actividades políticas, sociales,
morales, religiosas y en su vida cotidiana. La fe estaba cargada de fuerza de voluntad para alcanzar lo que se pretendía.
La fe fue una de las grandes fuerzas que tuvieron los Aztecas para expresar en la fantasía sus anhelos de amor o destrucción,
de ubicarse en el cosmos, y su esmero por trascender a la muerte. En pocas palabras, la razón de ser del aprendizaje tenia
su esencia en algo más profundo y significativo que lo material y esto es lo que se transmitía a los alumnos.
Bajo este concepto,
los padres y maestros Aztecas partían de la base, de que para formar la personalidad, era fundamental que el alumno tuviera
seguridad y certidumbre.
Por ello, a
través del cariño y la protección obtenían que el niño adquiriera seguridad. Y por medio del pensamiento claro de sus padres
y maestros, de ideas precisas y de comprobar que cuando las ponía en practica eran verdaderas y funcionaban, los niños adquirían
la certidumbre.
Para lograr
lo anterior, sabían que el primer requisito era enseñar conceptos precisos y claros.
Por otro lado
sabían que si primero no sembraban en los hijos y alumnos la seguridad del afecto, los padres y maestros no serían escuchados,
ni atendidos cuando emplearan la palabra para educarlos. El cariño con el que la mayoría de los padres y maestros daban sus
consejos, era garantía para ser obedecidos.
Otro aspecto
imdispensable que los Aztecas tenían claro, para garantizar el éxito era: la congruencia. Los padres y maestros tenían muy
claro que debían ser modelos del alumno, para que este aprendiera a través de la imitación. Para estimular el deseo de imitación,
los padres y maestros hacían las tareas o quehaceres con gusto para que los alumnos experimentaran cierto goce en ellos.
Otra característica
importante de su método educativo era que los padres y maestros tenían la paciencia para dejar al aprendiz recorrer todo el
camino para su entendimiento.
Proceso y metodologías didácticas:
El método de
enseñanza de los Aztecas se basaba en el consejo, en el convencimiento y la persuasión.
El aprendizaje
daba inicio por la vía del consejo del padre o maestro (Técnica expositiva) el cual era altamente efectivo ya que los Aztecas
consideraban que si la expresión física, la palabra y el pensamiento no tenían congruencia, entonces no se hablaba con la
verdad. Por tal motivo, cuidaban en forma exagerada las palabras, la pronunciación, la prosodia, la emoción correcta en cada
palabra, la suavidad o fuerza necesaria según fuera el significado y el caso. También se cuidaban mucho los mensajes no verbales.
Por último, y no menos importante, les ayudaba mucho en esta técnica didáctica que la misma lengua era musical.
Todo el conocimiento
de los Aztecas se encuentra en los códices. Los códices son manuscritos pictóricos, dibujados en tiras de piel de venado o
sobre la corteza del árbol ámatl. En los códices todo el conocimiento es representado por medio de imágenes, símbolos y jeroglíficos.
Viendo las imágenes
y oyendo a los maestros, los educandos Aztecas recogían audio-visualmente el contenido cultural, religioso, científico y literario
que debían aprender.
Otro método
muy utilizado por los Aztecas era el canto y la música. Se reforzaba y profundizaba cada concepto aprendido por medio de versos
y cantos.
A través de
Códices, versos y cantos se les comunicaba a los alumnos el pensamiento filosófico, la historia, los sistemas cronológico-astronómicos,
cálculos matemáticos, etc.
Los métodos
citados en párrafos anteriores eran esencialmente mnemotécnico: el mensaje se repetía una y otra vez para reforzarlo y quedara
mejor registrado en la memoria.
Las escuelas,
en el tiempo de los Aztecas no eran recintos cerrados, sino que muchas de las actividades se desarrollaban al aire libre,
conforme al siguiente método didáctico: Observación, experimentación, descubrimiento y creación.
Tomando como
base los conceptos aprendidos con los métodos didácticos citados en los párrafos anteriores , al niño y al Joven se les enseñaba
a observar y de esta manera llegar a conocer su medio ambiente; se le enseñaba asimismo, para experimentar con los conocimientos
adquiridos y penetrar en la naturaleza de los fenómenos que acontecían a su alrededor, todo lo cual les proporcionaba la posibilidad
de poder descubrir los secretos de la naturaleza a fin de descubrir la verdad y entonces poseer los aspectos necesarios para
crear nuevos elementos que lo condujeran al perfeccionamiento total.
Por último,
las dramatizaciones tenían un gran poder entre los Aztecas, como medio de enseñanza. Utilizaban los simulacros de guerra como
medio de aprendizaje y diversas presentaciones teatrales tenían la función de dar a conocer la historia.
Por otro lado,
en todo el proceso educativo utilizando actos y penitencias disciplinadas, se forjaba el aspecto dinámico de la personalidad
el "corazón" y el "querer humano" capaz de conocerse y controlarse a si mismo.
Los padres y
maestros trabajando en conjunto castigaban cualquier transgresión a la norma, así como premiaban los aciertos. Producto del
gran amor profesado por padres y maestros, podían manejar como una de las fuentes más importantes de premio-castigo la aceptación
o rechazo.
Sobre todo los
alumnos dedicados a las ciencias en el Calmecac pasaban por severas disciplinas para domar su orgullo y tener la grandeza
de los humildes. Mediante penitencia se modelaba el propio corazón. En el Calmecac se hacían suaves y fuertes como el viento;
impenetrables como la noche y transparentes como el día; sabios y sencillos.
Recuperar
el papel del ser humano como actor principal del proceso educativo. Rescatar los valores para darle un significado más trascendental
al aprendizaje. Utilizar metodologías didácticas congruentes con los contenidos de aprendizaje. Llamar al hombre al verdadero
puesto que le corresponde en la naturaleza y el papel que cumple dentro de la creación. Contar con verdaderos maestros que
entiendan su papel dentro del proceso de formación del individuo integral, son algunas de las cosas que podríamos aprender
del sistema de educación de los Aztecas.

Escuela Independiente
En las escuelas que conocemos ya no hay educación, sino mera información, en el mejor de los casos.
En California los niños van a la escuela armados con pistola y son más frecuentes los suicidios
y asesinatos entre los llamados "condiscípulos".
Lo que se hace en la escuela independiente "La Cecilia" (en
Argentina) es quitar el énfasis en lo aprendido y ponerlo en ir aprendiendo, en aprender a aprender. Quitar el énfasis en las buenas respuestas y ponerlo en las buenas preguntas, preguntas que hacen aún los
niños de cuatro, cinco y seis años de edad. Se enfatiza el hecho (no la idea) de que los seres humanos son uno
con toda la humanidad y se quita el énfasis en el nacionalismo divisorio, separatista, y en la religión de ritos y mitos para
enfatizar la unión necesaria de todos los seres humanos; la conciencia
planetaria.
Se evitan los premios y castigos y se
enfatiza la sensibilidad y la responsabilidad de cada individuo.
Se enfatiza una dieta racional, la necesidad de ejercicio y el contacto olvidado con la naturaleza.
El énfasis en la competitividad y el éxito personal se transforma en el énfasis en la cooperación
y la excelencia individual, que es hacer bien (no mejor) cada cosa que se hace.
Las clases en áulas son necesarias, así como lo son los grupos abiertos en la huerta orgánica y
en el contacto con los animales, que son también amados y respetados.
Se utiliza la tecnología educativa, pero no se olvida el valor de la cooperación
entre padres, alumnos, maestros y aún los vecinos de la escuela.
Si bien existe disciplina y algunas reglas básicas en las escuelas no se estimula la sumisión que
paraliza la inteligencia y la capacidad de enfrentar nuevos problemas.
Se apoya la inteligencia con flexibilidad, afecto, silencio, aprecio por las opiniones divergentes
y las alternativas a las soluciones conocidas.
Se favorece la consideración amigable de unos por otros y las decisiones por consenso, en equipo.
La enseñanza masiva de veinte ó más alumnos por clase pasa a ser una enseñanza de diez alumnos por clase,
como máximo. Además, el descanso es tan importante como el trabajo, y el vivo
silencio tan importante como la palabra razonada.
Rubén F. Gonzalez
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